Existen dos tipos principales de llantas en el mercado: las de aleación y las de radios. Echemos un vistazo a los dos tipos de ruedas, sus ventajas y desventajas.
Ruedas de radios son más duraderas que las ruedas de fundición de una sola pieza, Se utilizan mucho en motos todoterreno, enduros y motos de cross. Motrike off-road recumbent como M-F010E, F326, F420Ey F426E utilizar ruedas de radios convencionales.
Ventajas: Cuando una bicicleta reclinada golpea un bache pronunciado durante un recorrido todoterreno, el impacto se transmite a través de las ruedas y los neumáticos antes de ser absorbido por la suspensión. Si las ruedas no son lo suficientemente flexibles, tienden a doblarse o agrietarse. Entonces entran en juego las ruedas de radios: están diseñadas para doblarse, flexionarse y soportar los impactos hasta cierto punto, lo que te permite enfrentarte a diferentes terrenos con facilidad. Las ruedas de radios también son fáciles de reparar, ya que la sustitución de piezas individuales es sencilla y barata.
Desventajas: Las ruedas de radios utilizan un cámara de aire, por lo que arreglar los pinchazos resulta molesto y lleva mucho tiempo, ya que hay que desmontar todo el conjunto de la rueda. Además, arreglar un radio suelto o roto sigue requiriendo la intervención humana.
La mayoría de los llantas de aleación se utilizan en bicicletas orientadas al rendimiento y en bicicletas de paseo económicas. Su fabricación es más asequible y son más rígidas que las ruedas de radios.
Ventajas: Las llantas de aleación de gran rigidez pueden soportar grandes potencias y pares. Como resultado, son más estables a altas velocidades. Su naturaleza poco flexible también las hace mejores y más consistentes a altas velocidades en curvas. Las llantas de aleación son tubeless, lo que simplifica el cambio de neumáticos y la reparación de pinchazos.
Desventajas: La mayor desventaja de las llantas de aleación es que no se flexionan. En consecuencia, cuando la rueda golpea un bache o un bache pronunciado a alta velocidad, tiende a abollarse o agrietarse. Por desgracia, no se pueden arreglar y hay que sustituirlas por completo.